La monopolización de la emisión de mensajes, el control del ruido y la institucionalización del silencio de los otros son dodequiera las condiciones de perennidad de un poder.
[...]
La música y el músico se convierten, en lo esencial, en objetos de consumo como los demás, recuperadores de subversión, o ruidos sin sentido.
Ruidos, Ensayo sobre la economía política de la música
Jaques Attali
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