sólo me provocó volverme a leer.
comencé el día rastreando, la verdad ya no recordaba todo cuanto me decía, no tendría porqué recordarlo, siempre decidí, recuerdo, olvidar.
entonces, al final, más que encontrarlo, más que recordar porqué y cómo vino hasta acá, la verdad, volví a hacer lo mismo, olvidar y... encontrarme.
dos gracias a ese chico que cacha sueños, ya se quedó con el mio.
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