como canales de fuga resultan en las imágenes más raras...
He soñado mi asesinato, bañado en sangre por heridas de un tiroteo, varias veces... Extrañamente, como lo es soñar con eso, no despierto consternada sino liberada... Hay algo en la muerte que te libera... Raro, raro...
Un día no muy lejano soñe que un sujeto de tanto odio que me tenía prefería morir en un bombardeo, sí, fijese que estaban echando bombas a su edificio gris y su departamento todo verde (sala, comedor, cocina, todo era verde, que fijaciones mentales he de traer) estaba por caerle encima. No, él no se iría conmigo ni siquiera cuando le intenté arrastrar... Salí a su balcón, éste no era verde, e intenté convencerlo de abandonar la vieja estructura y correr a encontrar una nueva... La última escena alojada en mi memoria, a la que sí tengo acceso, era de mi bajando las escaleras verdegrises del edificio, topándome de frente con una niña, de esas que te piden dinero o te lo cambian por chicles. Si bueno, yo salí del lugar, y no sé si fue sola o mal acompañada... Al despertar sentí unos instantes de culpa que te lleva a pensar que tu eres la mala en una relación que presuntamente lleva la etiqueta de emocional, porque amorosa ni de chiste... Alivio, fueron mínimos instantes...
Otro día recuerdo que soñe con un chico que me gustaba y en el idilio de amor, osea mi sueño, ya llevabamos un buen rato juntos, yo me vi feliz con él... Tranquilo como lo imaginaba, ja, hola, es mi sueño, obviamente es mi imaginario quien lo construye, bueno en fin, el caso es que... eso me puso de buen humor al despertar... Horas después lo vi, no, ni lo imaginaba, no hubo mariposas en el estómago, no hubo tartamudeos comunes, no, nada, no hubo nada, y lo peor, yo estaba de lo mejor con que así fuera...
Antier soñe con otro personaje que me saco una sonrisa unos minutos antes de irme a dormir, me lleno de flores el estógamo, si, una parte del estómago aun no descubierta, tons decía, me fui bien contenta a dormir... Resultado: soñar con él... Amo mi mecanismo de sueño, demasiado emocional y hasta cierto punto es como alguna vez me enteré que Freud pensaba, en burdas palabras, el reino del subcosciente que se guarda, cuando tienes suerte o te despiertas en el instante preciso, en la memoria de tu yo consciente...
Todo esto he derivado en concluir que mis sueños sirven para expiarme las culpas e inventarme las realidades que no pasan cuando el capricho lo indica... En ciertos casos me son suficientes como para no querer o desear un que mis sueños se vuelvan realidad; lo que en sí no sé que tan conveniente sea...
En fin... espero que ese último sueño sí se vuelva realidad... Changuitos puestos, San Antonio de cabeza, plegarias listas, ahora... esperemos que mi fórmula del amore funcione...
Salut!
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