2.1.10

veinte diez...


sentada en un sillón para tres, donde cabía bien si me animaba a dormir con al cabeza al este, recordaba (a razón de una charla con un viejo, ahora, amigo) el proceso de escritura del corto de la playa...

lo recordé sin recordarte.

como siempre me clavé en la textura, los dedos no resbalan en aceite, se deslizan entre las cuyunturas del braille de tu historia...

te recuerdan sin aludirte...

nos volvemos a decir eso que siempre hacemos, cuando andes por acá me avisas y nos vemos...

fail: todavía me emocionó...

me preguntó si ahora ya te diré todo, total, me prometí que la siguiente vez lo aclararía...

incluso el martes, en esa charla ya de miércoles, asentí con la inconsciencia que lo haría...

puesyasta, el veinte diez nos traiga mucho como lo bueno de esto...








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