14.7.08

[C]:


Lo intento con fuerza (los resquicios que le queden), todos los días lo intento. Unos me sale mejor que otros, luego ya no entiendo, ni mencionar si te entiendo, eso ya lo he dejado en el nunca pasará. Al final nunca sé bien en qué quedamos.

Capricho y razón, lo que tú llamas pasión, se conjugan bien en nuestro juego; vaya, si lo piensas, parecerían ser las únicas dos reglas que respetamos. Entonces nos turnamos la locura, unos días te vistes de ella y otros me la enajenas. Sí, así nos pasan los días entre las pupilas. Y no, nada ha sido igual que antes, finalmente me encerré en tu jaula vacia, como siempre lo pediste y no como lo quisiste. Hubieras preferido atraparme, colgarme un pendiente en cuello que dijera "es de mi propiedad". No te di el gusto, a volutad me encerré, desde entonces no es igual, estas enfadado.

Peor, no quiero salirme, no importa cuantos injurios me grites todas las mañanas, cuantas veces me amenaces con echarme, cuantas más rías de mi llanto. No, tristemente para tu mala suerte, la fuerza no se deslava. ¿quién ganara? Ahí con este juego... Si tan bonito que nos estaba saliendo. Paciencia digo yo, paciencia.

[suspiro]

Con mis declaraciones te has vuelto loco, no es la luna llena sobre mi cabeza. ¿qué hago contigo? No voy a convencerte, si no te gusta mi encierro, ni abriendo al puerta me salgo. Tú, como yo, y como ella (locura, voluntad, fuerza, terquedad), sabes que se necesita más que eso para desaparecerme.

En fin, paciencia querido, paz y ciencia. Que no te posea la locura, me corroen los celos cuando eso pasa. A ti siempre te quiero, inclusive con tus rabietas incontrolables, y cuando no, simplemente no soy yo. Beso, chaus.








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