Pensaba, en estos días, en si debía volver la cara, verte de nuevo... vaya, reconocer cada uno de los rasgos que mi memoria tiende a olvidar...
Pensaba, sólo eso hacía...
El abandono que evita seguir respirando aire viciado, me recuerda... ¡eso! estoy llena de vicios, brinco de un lugar a otro... Y sí, puede ser que no quiera seguir respirando los restos de tu respiración... No, eso no es amistoso, ni para la nicotina que inhalas como tampoco lo es para el dioxido de carbono que exhalo.
Ambos, C y A, son iguales a pesar de haber sido pintados en circustancias diferentes; a ellos el creador les ha dotado de la cualidad de ser una replica que asemeja al orginal. Sí, reproducciones (con rebaba) de aquel que inventó su estilo. Sí, ya sé que sabes que lo mencioné antes, sos una copia del otro y él mismo es quien te abandona. No, yo no te abandono. Sólo evito asfixiarme en la nube del sinsabor.
Alto, alto al proceso del pensado, al del ser pensado... Brusco asalto de frente. Un sonido estridente mi andar interrumpe, respiro, no hay más que hacer en estos casos de inesperada lucidez. ¿Qué sucedió te preguntas? Sin exagerar la reacción, mi detención tiene el mismo color del silencio: ¿qué es del universo en tu ausencia?...
Días, largos, frios, enteros, ruidosos... desolados días pasan antes de que me atreva a mencionar la respuesta que saltó tan pronto se nos acabó el aliento.
¿la respuesta? ah, simple. Vivimos bien sin tí. Sí, casi no te extrañamos, sí también eso nos extraña pensabamos que te necesitariamos y nos parecio ajeno, casi extraordinario, que naturalmente guardaramos silencio entre los dos. No, tampoco imagine que se vivía bien sin tus vicios. Vaya, como dicen, sorpresas te da la vida.
Sí, estaba loca cuando te deje. Sí, sé que no extrañas la locura, sí, también sé sobre tus confusiones, la locura y las huidas, las mujeres, lo natural. Lo siento, casi nada podremos hacer por eso, pero respira, eso siempre te ha funcionado.
Me da gusto, no, no suena irreal ni ficticio, que tu vida se mejore. Felices fiestas espero tengas, sobre todo, que aprehendas y no dejes que se te escape la chispa.
No me despido, ya me fui y tampoco tiene sentido que vuelva, así como tampoco lo tuvo la primera vez que te vi.
Fin. Tres letras que cierran la puerta que ya no tiene chapa y será cambiada por una ventana, sí, ya sé que lo sabes, amamos las ventanas, dignas representantes de lo diafano que me falta.
4.12.07
envicia:dos
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